Estas reflexiones son como todas las que suelo tener y creo que suelen surgir en general fruto de la coincidencia de conocimientos y circustancias, no se que aporta el azar como información y que la ocurrencia, y mucho de oportunidad.

Estaba viendo a una amiga con miedo, lo que es muy frecuente, me dedico a ver a miedosos que en la consulta llamamos ansiosos y leyendo a Maturana, el libro AMOR Y JUEGO, que habia leído por enesima vez y que conozco perfectamente a nivel de vivencia y aplicación y se me hizo evidente que este par de emociones, amor y miedo coinciden en muchísimas ocasiones y circunstancias, y son el origen, o mejor el principio de un montón de vidas torcidas y desgraciadas, y me propuse pensarlo, escribirlo y divulgarlo a la intimidad, ¿soy tímido?.

Vi claramente que amor y miedo son complementarios y antagónicos, con frecuencia van unidos de una manera tan íntima que impiden que si nos fijamos en uno veamos al otro con el agravante que no sólo no lo vemos sino que lo negamos. A lo largo de esta reflexión espero que se vea tan claro que nos parezca extraño no haberlo visto antes y por tanto no haberlo utilizado para resolver ese problema tan enorme que es el miedo o la ansiedad.

Hagamos un adelanto para clarificar el concepto y de paso enganchar a los que le cuesta mucho esfuerzo la lectura.

Maturana define y yo comparto totalmente, como no podia ser de otra manera en el admirador de Maturana que soy, decía que Maturana define amar como aceptar al otro como ser legitimo, es decir que no se tiene que justificar para ser aceptado.

Esta idea que parece obvia, en lo cotidiano no es tan obvia, al ver con cuanta frecuencia intentamos justificar todo, algo ya pesado en los ansiosos, justificamos si llegamos tarde, justificamos lo que decimos o hacemos, si opinamos, etc, creo que es un estadio previo a la ansidad. Entendiendo esa expresión de la ansiedad que se da con más frecuencia, el miedo a no ser aceptado, y que su expresión cotidiana se llama timidez, y que desgraciadamente tan mal se esta resolviendo en los ultimos años con lo que se ha dado en llamar asertividad, que como veremos mas adelante creo que es la herramienta más estúpida de generar no aceptación y en la mayoria de los casos rechazo, que no necesariamente tiene que coincidir con la no aceptación o con el desamor.

En la idea de la justificación, asertividad y conjunto de conceptos afines o limítrofes hay un error epistemológico gravísimo, que también se visualiza a través de Maturana, y que aunque creo que el no lo desarolla totalmente hasta donde yo sé, si son sus conceptos los que lo evidencian.

En la justificación, el error epistemológico que subyace , y que alimenta muchos de los errores epistemológicos de nuestra cultura es la creencia que la aceptación proviene del objeto y es el sujeto el que acepta o no según su epistemología.

Creo que es la confusión objeto, sujeto, materiay espíritu el que nos lleva a creer que la aceptación depende lo aceptado, y así sería si se tratara de materia y objeto, le ponemos un precio, o mejor le damos un valor y si nos cuadra lo aceptamos. Con los sujetos, con el espiritu, la aceptación depende del sujeto, de su manera de pensar y de sus sentimientos, aquí no hay valor, aquí no lo aceptamos por lo que vale, lo aceptamos porque queremos, depende del sujeto que acepta y no del sujeto aceptado y cuando el sujeto por aceptar se empeña en cambiar, en la idea que así se añade valor y con ello facilita la aceptación, está cayendo en un error frecuente, pero garrafal, como he dicho confunde materia con espíritu.

El único que tiene voto es el sujeto que actúa de sujeto, pero no el sujeto que actúa de objeto.

La clave esta en el concepto de autopoyesis y estructura de Maturana, cuya base fundamental es que el sujeto solo puede aceptar aquello que entra en su epistemología, y que no depende del objeto y que magistralmente nos cuenta Michael Ende en la Historia Inteminable, cuando Bastian para encontrarse a sí mismo busca su verdadero deseo, que descubre en » tener la capacidad de amar», la capacidad está en el sujeto, sin esa capacidad no hay objeto que pueda ser amado, ni sujeto reconocido como tal.

Aclarado que la aceptacion depende del sujeto, y que el objeto no puede provocar el ser amado o reconocido y esto es una prerrogativa del sujeto y el amado no puede hacer más que reconocer o incluso agradecer, ya que reconoce que no es mérito suyo sino del que ama.

Explicado el sin sentido de la justificación, de los intentos de ganarse el afecto sea el método que se utilice salvo el no ser desagradable, y en estos tiempos hay una fórmula casi supereficaz de ser desagradable que es la sinceridad extrema, y que copiándolo de la novela de Divergente yo llamo los veraces, que no dejan de ser más que unos sujetos que no creen más que en una verdad, la suya, y que la intentan imponer con la amenaza de llamarte sinvergüenza o loco, y así no se facilita la aceptacion del otro.

Resumo lo escrito y continúo, amar es aceptar al otro como ser legítimo, la aceptacion depende del sujeto y no del objeto, ya que si dependiera la aceptacion del objeto no seria él reconocido como legítimo, sino en deteminadas condiciones y entonces no seria amor, y todas las maniobras que se hacen en la creencia que van a favorecer el ser amado proceden de dos errores, no coincidir con el concepto de amar que he expuesto, y no reconocer que lo que uno acepta lo hace porque quiere, resultado de su epistemología, su estructura o de la autopoiesis, y no de la inducción desde fuera, el sujeto decide, no puede ser obligado, es la prerrogativa de la libertad.

Explicado someramente que entiendo por amor, resumo que entiendo por miedo.

Ya explique abundantemente lo que entiendo por miedo en mi libro Ansiedad. Esencia y presencia, pero aquí hago un resumen sucinto haciendo hincapié es detalles que aquí son más pertinentes.

Como ya vimos hay varios mecanismos para producir miedo, y quiero destacar el hecho de anticipar, es decir no vivir en el presente; buscar una causa que se sintetiza en el por qué, que el ansioso siempre tiene en la boca y en la necesidad de tener que controlar todo, es decir en tener que controlar aquello que es imposible controlar porque no depende de nosostros, y que Aristóteles resume en una frase en la Ética a Nicomaco, » es propio de mentes educadas conformarse con el grado de precisión que admite la naturaleza del no pedir exactitud donde sólo es posible aproximación».

Veremos que vivir en el futuro es incompatible con amar que solo es posible en el presente, he insistido que amar es aceptar sin condiciones, por tanto no puede haber por qués, condiciones, y depende del otro, por tanto imposible de controlar, contado así, o estamos en amar o en hacer miedo, pero son distintas disposiciones las que permiten uno y otro, que implican distintas disposiciones, distintos contextos, y distintas formas de vivir.

Un detalle importante y fácil de asimilar, el miedoso usa constantemente verbos que implican necesidad, tener que, hay que, deber, mientras que el que ama es consciente de que ama porque quiere, no lo vive como una necesidad, depende de su voluntad, por tanto utiliza verbos que no implican necesidad, sino deseo, voluntad, elección.

Quiero hacer una reflexión tal vez herética, pero no se si habéis observado el afán desmedido de los últimos tiempos de querer hacer leyes, órdenes para todo, convertir la vida en una necesidad con una total ausencia de libertad, que duda cabe que los ansiosos deben estar muy satisfechos con los nuevos tiempos, la ausencia de libertad, de posibilidad, mejora enormemente la seguridad, dejando tranquilos a los ansiosos siempre que ignoren que no por muchas leyes van a desaparecer los malvados amigos de la libertad y de la posibilidad que no paran de encontrar posibilidades provocando miedo a los que quieren seguridad total, sin embargo es esa libertad la que permite el amor, solo se puede dar amor donde hay libertad, no se puede exigir, ni imponer, aunque bien visto en donde haya una total seguridad, para que queremos el amor.

Como vemos amor y miedo a pesar de ser las emociones más humanas que conocemos, más frecuentes y que se dan en lo humano, tienen ámbitos de existencia totalmente distintos, se dan en contextos distintos, con consecuencias antagónicas, uno promueve el hacer otro lo evita, por suspuesto utilizan distintos neurotrasmisores detalle que no resaltare, para eso están los farmacologos y los científicos que hablan de cosas seguras. Ambas emociones afectan a nuestra salud y bienestar de forma antagónica, aunque los hipocondríacos no lo tengan tan claro, pues para ellos siguen sanos gracias a las precauciones, dietas, ejercicios, y todo aquello que hacen para vivir más y mejor, mientras los amorosos, a lo mejor viven más y mejor sin sacrificios, lo

que por otra parte no sería justo, aunque ya sabemos lo injusto que es el mundo y la vida.

De lo último podria deducirse que no tiene sentido unir ambas emociones y se acabó la reflexion, sin embargo cuando algo es tan frecuente y se dan en el mismo sujeto seria imposible que no tuvieran múltiples relaciones, por ello destaqué en primer lugar que eran complementarios.

Cuando algo es tan fundamental como el amor, que todos los humanos sentimos, incluidos los ansiosos, pues antes que ansiosos son humanos, aunque la ansiedad inunde casi todo su ser, digo que siendo el amor algo tan fundamental, la necesidad de estar seguro de la emoción, su cualidad, incluso su cantidad, y de ser para siempre y en exclusivo hace que aparezcan multitud de problemas en donde coexisten amor y ansiedad, y dado que el tema es tan importante, ya de antemano me temo que no puda ser lo suficiente exhaustivo, pero siempre hay tiempo para añadir ideas, es lo bueno de las aproximaciones.

Empecemos por lo más retorcido, tal vez no sea lo más frecuente, ni lo mas conocido, el amor y el obsesivo.

Sabemos que el obsesivo es un ansioso que en vez de huir, lucha, aunque con quien más lucha es consigo mismo, y cuando de amar se trata, algo tan importante, es lógico que las dudas sean mayores, ya que es más necesaria la seguridad.

Espero que los avispados ya se hayan dado cuenta, pero para los que estén más metidos en el modo actual de pensar y creer, digo que parece que para que esté más seguro hace falta más seguridad, craso error, estamos aplicando conceptos de cantidad a una cualidad inmaterial como es la seguridad, para no sufrir ansiedad no es preciso tener más seguridad, es preciso necesitar menos, espero que esté cambio de perspectiva que antaño era casi automática, en este momento acostumbrados cómo estamos a maximizar variables y a jugar con las cantidades, nos cuesta mucho plantearnos, incluso a a veces entender y para que no se os olvide quiero añadir un refrán que se expresa con una analogía a lo dicho, » no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita».

El obsesivo duda de si ama de verdad, de verdad de la buena, duda de la calidad de su amor, incluso duda de la cantidad, querrá lo suficiente, será para toda la vida, será querido de la misma manera, será para toda la vida, podrá querer a otro o otra, o el otro o la otra se cansará y dejará de quererlo ?, es evidente que en una materia tan importante no se pueden tener dudas, pero el paciente, este ya si es paciente ignora como ya resalté en los primeros párrafos, que la duda no surge del objeto, es inherente a su epistemología, es una cualidad de su patología, y paradojas de la vida, cuanto más necesidad se tiene de no dudar es evidente que más se duda, ha entrado en una paradoja y sabemos que es imposible salir de una paradoja sin dar un salto lógico, que en este caso vendría de asumir que la duda no procede del amor, sino de lo obsesivo y no hay solución cuando pedimos seguridad. El problema se agranda hasta el infinito si en vez de fijarnos en la calidad nos fijamos en la cantidad, la pregunta sería, la quiero suficiente?, o todavía hay otra pregunta

más refinada, me quiere lo suficiente?, y ya para perfecionar el problemas, ¿cómo puedo saberlo?.

Creo que el que no conozca ningún caso, y no tenga imaginación suficiente pensará que esto es más que nada un casi delirio mío, y lo más grave es lo casi imposible que es poder hacer ver al sufriente su gravisimo error epistemológico, bastante frecuente en nuestra sociedad cuantitativa, hay infinidad de circunstancias de elementos muy influyentes que no aceptan ser medidos, no existe unidad de medida, ni tablas de normalidad, ni herramientas para medir, consecuentemente y quizás unos de los elementos más brutales que podemos utilizar como ejemplo sea la homeopatía, cuanto más nos empeñemos en el rigor al medir lo que no se puede medir más dudaremos, o mejor más y seguros estaremos de que la duda es lógica y por tanto más necesidad de medir y espero que no se les mezclen las churras con las merinas.

He mencionado de pasada, en el contexto de lo obsesivo la necesidad de que el amor sea para toda la vida, pero esto si que lo sabemos casi todos no hay que ser obsesivo para sufrir este problema, tambien se puede sufrir siendo simplemente celoso, o ni eso, siendo sagaz, es muy freecuente que nos percatemos a menudo que nuestra pareja no nos quiere como antes, y aqui podemos aplicar todo lo dicho hasta aquí sobre la ansiedad, que habré hecho, ¿qué puedo hacer, etc. etc. ?

Para el mundo de la psiquiatría los celos es un cuadro que tradicionalmente se ha encuadrado dentro del mundo de lo delirante, casi nunca he sido capaz de verlo así.

Para los que ven el mundo como una relación de poder ven los celos como un acto de posesión, una expresión de machismo si se da en el hombre, pero como es tan frecuente en la mujer como en lel hombre, volvemos a considerar al otro como una posesión, y por tanto con un derecho sobre él, sin embargo si así fuera no hablariamos de celos, sino de malos tratos, y de hecho a veces hay celos y violencia, aunque no las más de las veces. Si nos fijamos cada uno ve según su epistemología, y esta manera de ver, con frecuencia no aporta demasiadas soluciones al problema.

Desde siempre, y creo que por mi forma de ver la vida y la ansiedad, siempre he considerado los celos como una forma más de la ansiedad, con unos maravillosos resultados terapéuticos.

Los celos son para mí por tanto un problema de ansiedad, y con frecuencia se dan en un contexto de amor, si no hubiera amor no sería tan importante definir con el máximo rigor la relación.

Los celos surgen cuando a uno o ambos de los miembros de la pareja se le ocurre la posibilidad de que el otro pueda tener una relacion fuera de la pareja. No es extraño que surja esta idea dado lo frecuente que es esta circunstancia, hay quien habla de un 50% de las personas.

Tenida la ocurrencia, el celoso intenta buscar datos que confirmen su sopecha, y cosa curiosa no suele encontrar ningún dato que confirme su sospecha.
El hecho de que no se confirme la sospecha no tranquiliza nada, ya que sigue existiendo la posibilidad de que se de la relacion extrapareja, y aquí viene otra cualidad de esta duda, puede haber ocurrido en el pasado, incluso antes de conocerse, o en el futuro, y el malestar sigue existiendo con la misma intensidad.

Dado que no se ha confirmado la sospecha, se pide colaboración a la pareja para que demuestre que la sospecha es infundada, con la misma cualidad temporal de ahora y siempre, trampa en la que la pareja suele caer con la ingenuidad de que con su testimonio será suficiente para calmar al celoso, pero nadie evita que se piense que se puede mentir, no hay pruebas para lo que no existe, el sospechoso tiene que demostrar su inocencia, es culpable mientras no se demuestre lo contrario.

Pero en concreto lo que se pide al sopechoso, es que demuestre que es imposible lo que es posible, y eso si que no se puede demostrar, y cuanto más se amplie el tiempo más difícil de demostrar lo imposible, han entrado en una paradoja.

Como ya he comentado la única manera de salir de la paradoja es saltar de nivel lógico, que así explico en la consulta:

1- La pareja no debe entar en el juego, dado que es imposible cumplir lo imposible, a saber demostar que no es posible que haya pasado lo que es posible que pase. Es un ejemplo de juego del que la única manera de ganar es no jugar.

2-

2 -Explicarle a ambos que la posibilidad está en la situación, si tienes pareja es posible que tu pareja pueda tener relaciones con alguien que no eres tú, y no se puede demostrar que no se ha dado esa circunstancia, si se puede demostrar el sí, pero no el no. De esta imposibilidad surge la presuncion de inocencia,no de la generosidad del juzgador.

3 -De que la posibilidad de la infidelidad surge de la existencia de la pareja, la única posibilidad de que no exista infedilidad es no tener pareja, y solo relacionarse con objetos, como muñecas hinchables o similares.

En los celos se mezcla de una manera imbricada y retorcida el amor y el sexo, con frecuencia se tiene celos de alguien con el que se tiene poca relación, o tan intima que pareceria antinatural, y no se tienen celos de amigos con los que se tiene más intimidad y relación, sin embargo no es frecuente que en los celos haya una desconfianza por una hipersexualidad, con frecuencia se tiene celos de alguien que es poco activo sexualmente y se usa esa hiposexualidad como argumento de que tiene que haber algo fuera, cuanto menos sexo en la pareja más ansidad y menos realidad.

Maturana destaca que muchas relaciones se basan en tres emociones que las fundamenta y dan sentido, serian la ternura, la sensualidad y la sexualidad, y en la parejas maduras él dice que en ese orden, aunque como

veremos más adelante la tenura es con frecuencia uno de los componentes fundamentales de muchas formas de amor.

Y sin confundirlo, aunque dado la frecuencia que se acompañan no es fácil separar amor y sexo en determinados contextos, ya hemos visto como los sagaces de las relaciones sexuales suelen sacar conclusiones y datos sobre el amor.

Por ello quiero abrir aqui un párrafo sobre sexo y ansiedad, señalando que no quiero hacer la diferencia entre amor y sexo, en principo por lo poco que a mi tema importa y en segundo lugar para no perdernos en diferencias que tiene mucho de cultural y circunstancial y poco de realidad. Hace muchos años que las madres explicaban a las hijas que los hombres iban solo por el sexo, y para ver si había amor lo mejor es ver si el hombre aguantaba sin sexo; hoy no se que posición será la que nos descubra los verdaderos sentimientos.

Digo que el sexo va muy unido a la ansiedad. Desde que se inventaron los tratamientos sexuales es evidente, pero los que somos mayores y tenemos memoria hemos oido infinidad de historias, fundamentalmente de solterias que tienen mucho que ver con la ansiedad.

Voy a pasar de puntillas sobre los problemas sexuales que se asocian por parte del vulgo, que con Google ya no es tan vulgo, y en vez de fijarme en el detalle me referiré a las consecuencias de la ansiedad en el sexo.

Además de la timidez ya mencionada, y la prueba en los antiguos de las verdadera intenciones del pretendiente que acababan teniendo como consecuencia la abstinencia, voy a enumerar trastornos como la dispariunia, impotencia, eyaculacion precoz o retardada, y todas las variantes de fobias, incluso filias que el sexo nos puede brindar y proveer.

Ya Master y Jhonsons recomendaban para resolver los problemas, practicar sexo, y si no habia una pareja de confianza ellos proveian una profesional de confianza que tenia la ventaja de dominar la técnica y no establecer relaciones de poder, que tantos problemas crean y provocan ansiedad, este fracaso, y este miedo, y por tanto la evitacion del acto, e incluso lo aún peor el aumento del deseo, con más miedo al fracaso y más evitación, creándose múltiples círculos viciosos y paradojas que tanto le gusta a la ansiedad y a las relaciones sexuales, creando un nudo difícil de desatar.

En mi vida, suelo decir que es porque soy vago, ya veis una explicación, excusa, suelo funcionar mal a nivel técnico y sin embargo soy un amante de la epistemología, y en este tema creo que como en general lo fundamental es la vivencia, los prejuicios y presupuestos, olvidemosnos de los problemas concretos y hablemos de como el sexo influye en la ansiedad y la ansiedad en el sexo.

Quiero empezar con una frase, ya no se si desafortunada, o a lo mejor ahora no lo es, que creo que se le atribuye a Marañón, unido al calificativo de machista, que reza asi » no hay mujer frígida, sino hombre inexperto».

No es una frase que haya usado casi nunca, ya me estoy excusando, pero me parece muy pertinente para el tema del que estoy hablando, veamos:

1 -Mujer frígida, que tradicionalmente se la considera como un insulto y no es la palabra, lo es el concepto. Si nos damos cuenta aqui frígida es como agresivo, calificativos que se les coloca a la persona, y sin embargo no es algo de la persona, sino de la relación, como la misma frase después resalta, es por culpa del hombre, acierta en el diagnóstico, es un problema que se da en la relación, pero falla en lo fundamental, busca un culpable, que como ya expliqué en otro sitio, eso sólo ocurre en las relaciones con los objetos, es decir en la física. Además hay otro nuevo error epistemológico cuando considera un insulto a la mujer, y a mi más me parece al hombre. Creo que la frase da para mucho más, aunque creo que hay que dejar algo para la imaginación del lector, por tanto aqui lo dejo.

2 -Imaginenos que estamos de acuerdo con la frase, nos olvidamos de mis matizaciones y si de verdad creemos que la esencia de la ansiedad es la necesidad de seguridad, sigamos con la frase.

3- A ustedes les extraña que haya tantos falsos orgasmos, que menos puede hacer una chica que no quiere ofender a un chico que si no ama, al menos le importa o tiene esperanzas, cómo va decirle inexperto, al menos de entrada, y como no se lo diga al principio cómo se lo va a decir después, y confesar que hasta entonces lo ha estado engañando. No olvidemos que la sinceridad es una cualidad moderna, antes no queriamos ofender aun a pesar de perjudicarnos.

4 -Ya sabemos todos esto de los orgasmos fingidos, y como pueden estar seguros los obsesivos de que lo están haciendo bien, y no lo está engañando la examinadora. Perdón, si una relación es un examen, como no tener miedo a fallar, y aquí un valium puede ser mortal, nos podemos dormir antes de acabar el examen.

5 -Tambien sabemos que hay mujeres obsesivas, me refiero a las que ponen la nota, y ellas no pueden evitar dudar si han sido justas, si la puntuación ha sido correcta, o por qué no ella tiene un defecto que le hace no sentir. Con un poco de suerte una amiga o un terapeuta puede aconsejarle que ponga más de su parte, que se esfuerce, que ponga mas voluntad, y ya sabemos lo que hace la voluntad en las sensaciones ( las sensaciones al ser involuntarias no se pueden controlar con la voluntad y cuando usamos la voluntad producimos una paradoja), a más voluntad, menos orgasmos, más orgasmos finjidos y más miedo a fallar en el próximo, porque ya lo dijo el sabio la culpa es del hombre , pero y si no…..

6- Si es el hombre el que sospecha que ella finge, además de agradecérselo, es su obligación ya que es él el culpable, buscar fórmulas, por ejemplo usar nuevas técnicas, pero y si a ella eso no le gusta, también puede intentarlo más a menudo, con suerte puede sonar la flauta, si ella acepta aún sin funcionar tendremos una resignada más, si ella lo evita se convierte en la prueba de que el lo hace mal, y si nuestro señor como ansioso tuviera la mala suerte ser un poco celosillo, se abren dos caminos, el peligro que haya otro, o que ella busque a otro que lo haga mejor.

Aunque creo que la frase es muy, muy desafortunada, a mi me ha valido para explicar de que va esto del sexo y la ansiedad. Espero más sugerencias.

Espero que la frase nos haya dejado claro, aún a los que piensan en objetos que el problema se da en la relación, y con poco que pensemos es evidente que nadie puede tener el control total en una relación, no depende sólo de uno, y ya sabemos donde no hay control y se piensa en el control, se desata la ansiedad.

Con frecuencia la ansiedad se expresa de una manera clara y no sólo como una sensación o una vivencia, y cuando se expresa fisicamente el objetivo es solucionar el problema fisico, llamese anorgasmia, impotencia o eyaculación precoz, pero focalizar la solución en el problema concreto saltandonos la vivencia que nos ha llevado al problema es la peor forma de resolver este tipo de problemas, no resolvemos el mecanismo y por tanto no resolvemos las consecuencias.

En estos casos se producen dos de los mayores métodos para generar ansiedad, el primero sacar conclusiones de un síntoma, buscarle un significado, cuanto más listo y más ansioso más se usa el método de inferir , buscar significados ocultos, y para algunos podrian hasta ser agresividad inconsciente, bastante difícil de resolver desde la consciencia. El segundo método es la sensación de fracaso siempre presente en la mente de los ansiosos si no se cumplen las expectativas, rara vez se plantean que se han equivocado al plantearse las expectativas, el problema tiene que ser en que no se ha hecho algo bien, o lo que es peor en que no se ha puesto suficiente voluntad o interés, ambos conceptos peligrosisimos en lo involuntario y en estos tiempos en donde la solución siempre está en uno mismo, y casi nunca en un cambio de planteamiento, objetivos, etc.

Creo que los que no han sufrido de estos problemas es muy probable que todo lo anterior les parezca exagerado, el problema es que no es tan fácil sufrir las consecuencias de la ansiedad si no eres un experto en la misma, para el experto es fácil, es cuestion de método.

Y voy por fin a iniciar la parte de estas reflexiones que me parecen mas importantes por lo trascendentes y porque creo que es un tema , hasta donde yo sé , que no se ha tocado suficientemente.

Quiero hablar del amor y el miedo en las distintas edades y circunstancias por edades, para al final hablar del amor y el miedo en la infancia, que con frecuencia marca el resto de nuestra vida.

Por circunstancias no del todo claras en los últimos años me ha tocado ver en el seguro la mayoria de los pacientes mayores, incluso los ancianos, y es llamativo lo frecuente que se da la ansiedad en los mismos, y que se suele acompañar de soledad, y aquí no es el amor lo más abundante.

Llevo ya muchos años trabajando en esto, y no tengo la sensacion de haber atendido a tantos ansiosos añosos de nuevas como lo hago en este momento.
Lo frecuente era que las personas que habian padecido de ansiedad, seguieran padeciendola en la vejez como una continuidad lógica de su

epistemología vital, sin embargo ahora es muy frecuente ver personas muy mayores que sufren ansiedad por primera vez.

Por lo que llevo escrito hasta ahora y por lo que he escrito en otros sitios, me cuesta demasiado buscar explicaciones a lo biológico y menos explicaciones causales, pero si creo que hay circunstancias que favorecen que se den determinados acontecimientos, y de eso es lo que voy a hablar a continuación.

Es sorprendente por lo frecuente las personas mayores que sufren ansiedad, y que mejoran espectacularmente con su tratamiento, por ello la primera reflexión es que hay que tratarlos, y no dejarlos sin recursos como si se tratara de una reacción lógica e inevitable de su situacion.

Si entendemos la ansiedad como el miedo que surge de la anticipación y la incertidumbre, la vejez es una edad en la que al disponer de menos recursos, y casi siempre de menos de los que se han tenido en el pasado, la sensación de incertidumbre aumenta.

Hubo un tiempo en que las personas teníamos menos recursos que en el presente, y por supuesto había incertidumbre, aunque es posible que menos, ya que se asumía la escasez de recursos, y los menos recursos materiales se resolvían con recursos emocionales, además de la mayor aceptación de las circunstancias que en ese momento había. Cómo ya he comentado lo importante no es la escasez o abundancia de recursos, sino la aceptación y las expectativas he son las que determinan la vigencia.

Además de los recursos familiares, habia, y aún hay aceptación social de la «obligación» de los hijos, sobre todo de las hijas de cuidar a sus padres, disminuyendo enormemente la incertidumbre.

Está obligación de cuidar no se vive como tal, como de estar obligado ya que ambas partes lo ven como natural, es decir casi espontáneo, y por tanto auténtico, no así cuando el apoyo es prestado a cambio de unos emolumentos, que aunque también deberían dar seguridad, dan la incertidumbre de lo no espontáneo.

En esta diferencia entre lo obligado y lo espontáneo es donde se abre hueco el amor, si es espontáneo y voluntario es amor, si es obligado a cambio de dinero es cuidado, y creo que es esa ausencia de amor la que abre la generación a la ansiedad, y creo que, sí queremos disminuir el malestar que está situación conlleva deberíamos orientar la consulta y el consejo a disminuir la incertidumbre y al asumir que el amor siempre es un reconocimiento del otro, sea a la edad que sea, y sea la situación que sea, y enseñar al anciano a saber vivir en el agradecimiento de lo dado y en no sentir la necesidad de la seguridad que procede del derecho y no de la voluntad del otro.

Quiero hacer una breve reflexión de lo mucho que se está valorando en estos momentos el derecho a… y lo poco que se valora el agradecimiento a la voluntad del otro, parece que lo que se recibe por generosidad del otro tuviera menos valor, sin darnos cuenta que lo que perdemos por la incertidumbre lo ganamos por la calidad que aporta el amor a nivel emocional a diferencia del

cuidado que se queda en el terreno de lo físico. Este hecho de valorar más el derecho que la generosidad creo que es un mal de nuestro tiempo, que conlleva una ausencia de amor y un exceso de obligación, y así lo vemos también en la escuela, en la consulta y en todas aquellas relaciones en donde antes se destacaba la voluntad del otro, que se cerraban con un gracias, y hoy se exige, discute y cuestiona.

La hipotética ausencia de amor en según qué edad conlleva otra dimensión del amor que es básica, el amor no se merece, se recibe. Si hace falta un merecer es porque se supone que hay un intercambio de valores, y si tú valor disminuye es evidente que no tienes nada con lo que cambiar lo recibido, y entramos en un aspecto en el que no quiero entrar a pesar de lo fundamental que es en el amor, el valor de las personas. En este momento parece que nos pasamos la vida intentando aumentar nuestro valor, para morirnos sin valer nada. En que momento perdimos nuestro valor?, ¿Quién nos valora y cómo?

Esta situación es cada vez más frecuente, propiciada por el cambio de valores de la sociedad actual, cada vez todo se compra y se vende más, una sociedad que estamos tirando a unas relaciones en lo que domina es el derecho, que aparentemente aumenta la seguridad, y sin embargo produce más necesidad de la misma, por tanto más ansiedad. Lo más grave de todo, vivimos muchísimos años más, por tanto pasamos más tiempo más incapacitados es decir más dependientes, y por tanto con más necesidades de ayuda, y no siempre se puede exigir está, y si estamos acostumbrados a exigir en vez de recibir y agradecer, cada vez vivimos más tiempo en una situación más insostenible.

Pasemos a la edad en que la vigencia del amor es más notoria, no por evidente sino porque se habla más de ella, estoy refiriéndome a amor de pareja, que sí bien no es el único ni el más necesario si es el más comentado, novelado y en el que primero se piensa cuando hablamos de amor.

Quiero contar una anécdota sobre lo fundamental que es el amor, y como es vital en toda situación y edad. Se cuenta que en la época del emperador Francisco José, quiso saber cuál era el idioma con el que nacíamos y para ello cogió un grupo de niños, los aisló y los proveyó de todos los cuidados precisos, pero prohibió a sus cuidadoras que hablaran con ellos para ver con cuál idioma empezaban a hablar espontáneamente. No sobrevivió ningún niño, tan importante como los cuidados físicos son los afectivos para sobrevivir.

Decía que el amor del que más se habla es el de pareja, aunque no es el más necesario como acabamos de ver por la anécdota.

Habría quien defendería que este amor es fundamental para la supervivencia de la especie, aunque hay otras especies que sobreviven y no es fácil detectar la misma emoción que en los humanos, aunque si sobrevivirá como especie, incluso como individuos no es fácil imaginar una vida humana sin el amor como uno de los motores fundamentales de todo lo humano.

Ya sabéis por Maturana que el amor es la emoción básica del humano y sin él no hubiéramos podido existir, el AMOR es la emoción que hizo que el macho se quedara con la hembra para cuidar y hacer viable la prole dado el periodo de tiempo tan grande hasta que el ser humano es autosuficiente, que el llama neotenia.

Quiero en esta parte ceñirme al amor de pareja, incluso aunque la pareja sea homosexual, y como no, para que el tema sea pertinente al tema que nos ocupa debemos aliñarlo con un poco o mucho de miedo.

Cómo veremos está situación es una de las que el miedo es más determinante para que las cosas no salgan como deberían y suelen salir.

Cuando uno de los miembros de la pareja, o incluso los dos padecen de ansiedad es evidente que el desarrollo de la relación de pareja se hace muy difícil.

La formación de pareja hace preciso que ambos se pongan de acuerdo, y un acuerdo exige un contacto, unas expectativas y unos compromisos, maniobras llenas de presupuestos y esperanzas, y esto es difícil en los ansiosos.

El miedo y el deseo son dos emociones antagónicas, uno frena y el otro activa, y si lo que domina es el miedo el resultado más probable es la parálisis, todos conocemos casos que no pasan de este estadio. Aquí el miedo suele ser al rechazo, fracaso, no cumplir las expectativas del otro, todo ello centrado en unas exigencias por parte del otro sin darnos cuenta que no tenemos ningún dato sobre las mismas ignorando que todo es producto de nuestra imaginación miedosa.

Si con ayuda o sin ella damos el paso y nos decidimos a plantear nuestro deseo, si el otro es tan indeciso como nosotros, empieza el tira y afloja. Está claro que en cualquier trato la base fundamental es la confianza, y aquí si el ansioso es un poco auténtico la desconfianza es doble, y la peor desconfianza es la que se da en uno mismo. Ojo es muy frecuente confundir miedo con desconfianza, y por ello confundir ansiedad con paranoia.

Ya hemos visto lo amigo que es el ansioso de buscar conclusiones en los indicios, y la vida está llena de qué habrá querido decir, por qué lo ha dicho o hecho esto, que todo ello sirve para alimentar nuestro miedo, y si por un momento nos sentimos competentes, es difícil ser competente con alguien tan exigente y retorcido con el otro.

Si el miedo nos paraliza, aquí acabó el intento, pero si seguimos adelante empieza la etapa de galanteo en donde las dudas se dan hasta en el más decidido si se lo ha tomado en serio, y solo se seguirá adelante si hay mucho interés por parte al menos de uno o uno cambia sabiendo que sin cambio no va a ver progreso, los primeros pasos son de tanteo, después empieza la relación ciega, que difícil es ser ciego para un miedoso, aunque solo los ciegos avanzan.

Durante esta primera etapa creo que es más fácil vivir el amor, aunque creo que no es tan auténtico como será después, pero sin esa primera etapa

no llegaremos al amor de aceptación, primero la ilusión y después la aceptación, y creo que en esta primera etapa cambian muchos ansiosos, adquieren confianza y dan confianza, creo, si yo aceptase la palabra, seria una terapia maravillosa.

Este fragmento podría ser el más largo, pero creo que hay miles de libros mejor escritos de lo que yo nunca sería capaz de escribir sobre este proceso.

Y por fin llegó a las reflexiones que me han impulsado a escribir estas reflexiones, que son reflexiones porque me han obligado a reflexionar antes de escribir, recordando historias y poniéndome en el lugar de.

Lo que sigue aunque también tendrá algo de reflexión empezó por una inspiración, empiezo por la inspiración y después pasaré a las reflexiones.

En un momento, y luego el recuerdo me llegó a muchos momentos, en donde la relación padres hijos, casi mejor decir madre, no producen ese bienestar y sosiego que es propio que produzcan, y la conclusión es casi evidente, esas madres más que apoyar no paran de corregir, que sí el hijo es ansioso lo vivirá como ataque o crítica, y el hijo lo suele vivir con el desasosiego de no ser querido, sin que tenga muy claro que es ser querido.

Si hubiera leído a Maturana, aunque poca gente corriente lo ha leído, se hubiera dado cuenta que el problema es que no ha sido aceptado como ser legítimo, tiene el desasosiego que tiene que hacer o haber hecho algo para ser querido, es decir para ser aceptado sin crítica, de una manera legítima.

Dejemos la idea y vayamos al nacimiento.

Si la madre es ansiosa, requisito casi necesario para contar lo que sigue, ya en el embarazo, y seguro que los últimos días más, estará llena de incertidumbre, ansiedad y fantasías, tanto en lo que se refiere a expectativas, cómo irá todo, como sobre todo en todo aquello que podría salir mal.

En la primeros días, si todo ha ido bien, o mejor dicho si no ha ido nada mal, es probable que quede una sensación de descanso, y aparece la ternura que suelen despertar los bebés recién nacidos, que yo creo que es un recurso de la naturaleza para defenderlos de cualquier posible agresor, y en ese momento el amor surge masivo y espontáneo. No voy a hablar de los cuadros patológicos del post parto ya que esto no va de patología, va de vivencias.

El niño estos días será todo lo feliz que se puede ser, salvo que el pequeño tenga algún problema de los habituales, estreñimiento, cólicos del primer trimestre, etc, que pondrán nerviosa a esa madre nerviosa, y luego las indicaciones de los allegados, » no te queda nada…» que evidentemente hacen pensar en un futuro más bien oscuro.

Si todo va bien y uno de los padres al menos no es demasiado ansioso el desarrollo será el habitual, y el niño no será una fuente de ansiedad en la familia, aunque una madre ansiosa tiene que tener todo previsto y evitar toda aquella circunstancia que pueda entrañar un riesgo en ese momento o en el

futuro, que quitará un montón de posibilidades al niño, pero que nadie notará porque las posibilidades perdidas no se hacen conscientes.

Insisto en no hablar de problemas que en general no lo son ni tiene importancia, pero cuando a cualquier cosa le añades el futuro ya no se ve igual, y sólo voy a poner un ejemplo que no tiene más importancia que lo frecuente que es, estoy pensando en » el niño no me come», que en general produce un círculo vicioso que hace importante lo que no lo era, fundamentalmente a nivel de relación, y que como ejemplo nos vale para ver el gran error del dicho «más vale prevenir que curar».

Uno de los errores más frecuente en nuestra manera de pensar, y en la manera de legislar, educar, etc, proviene de un error de nivel lógico, confundir un hecho con una actitud, una buena madre ansiosa, no vive, está constantemente educando, todo es para el futuro, al árbol hay que enderezarlo desde pequeñito, todo es muy importante, porque no se trata de un hecho aislado, es una cadena de hechos inevitables una vez que se empieza, un suspenso es una vida de desgracias, no valer para nada, y no ser capaz de mayor, por eso es tan importante hacer todas las tareas desde párvulos, etc. etc.

Estoy describiendo como pueden ser las cosas sin entrar en el detalle, si fuera ansioso entraría en el detalle para destacar el acumulo de problemas que se pueden tener en la vida y justificar la ansiedad que muchos padecen, pero como no soy ansioso menciono las cosas de pasada y que cada uno le ponga el peligro que considere oportuno, siento detenerme en el método y no extenderme en la cantidad.

Si el niño es docil aceptará el punto de vista de los padres, la madre y no se fijará en que otros niños no están tan queridos y protegidos y es probable que a la larga vea el mundo como sus progenitores que lo ven lleno de peligros que gracias al mucho cuidado que le ponen no pasan más desgracias. Aquí soy yo el que meto la pata y confundo un hecho con una actitud, estaba a punto de concluir que el niño sería ansioso, y a lo mejor no, a lo mejor cuando crezca piensa por su cuenta, hay padres que a pesar de su ansiedad de vez en cuando se despreocupan y el niño crece solo.

Estos niños van a disfrutar de un mundo más limitado que otros pues el peligro que ven hace he no se atrevan a salirse de unos límites muy estrechos, tendrán menos experiencias, menos peligros, pero que duda cabe que no por ello se sentirán más seguros, no salen del entorno bien porque no lo desean, o porque lo temen, pero su voracidad de seguridad hacen que no se sientan más seguros, aunque en teoría si viven en un medio, muy seguro y hasta diría que aburrido.

Supongamos que la suerte o el deseo haga que se arriesguen a la aventura de abandonar el espacio más seguro en el que han vivido y les gusta, la suerte ya hecho que su mundo se amplíe al igual que sus experiencias, y como lo normal es que no tengan sobresaltos, y las experiencias sean buenas con el tiempo irá cambiando su epistemología.

Esto tiene un gran riesgo, que vuelvan al hogar y lo cuenten, y hogar dulce hogar volverá a señalar los peligros de los que se han librado por suerte, pero ya sabemos los riesgos de tentar a la suerte, y otra vez se entra en el círculo vicioso.

Hasta aquí el amor ha pintado poco y mucho el miedo, pero que ocurre si el adolescente o no tanto no para de entrar y salir del hogar, y no para de pedir consejo, y cuenta todo con pelos y señales, aquí el problema más grave en donde amor y miedo chocan violentamente y podríamos decir que el más fuerte anula al otro. No importa como vayan las cosas, y el problema se agrava si el hogar era además de miedoso, obsesivo, siempre se le señalara lo bueno que hubiera sido si se hubiera hecho otra cosa, siempre hubiera sido mejor, y como es imposible descubrir que hubiera ocurrido de haberlo hecho, siempre quedará la duda, y con más frecuencia la certidumbre de que hubiera sido mejor, y otra paradoja de la vida, está experiencia equivocada no vale para aprender para la próxima vez, parece mentira pero la vida no se repite, además de que el fallo está en él, y aquí viene el gran desamor lleno de infelicidad, hagas lo que hagas siempre serás criticado porque inevitablemente lo estarás haciendo mal.

LLamo desamor porque no solamente no es una aceptación, sino una crítica permanente, que no puede ser evitada porque el problema no está en el objeto, perdón sujeto, objeto de crítica, sino que la crítica está en al actitud del ambiente, será una tierra de cultivo que al cuestionarlo todo, nada crecerá con vigor.

UN EXCESO DE AMOR Y MIEDO DA COMO RESULTADO NO SOLO MIEDO SINO LO QUE ES MAS TRISTE, LA VIVENCIA DEL DESAMOR.